Dóna'm la mà Servicio Doméstico
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¿Cuáles son las funciones de la empleada de hogar?
Las labores de la empleada del hogar abarcan una mayor diversidad de lo que pudiéramos imaginar inicialmente, y además, es importante tener en cuenta que están legalmente reguladas, por lo tanto, no debemos asignarles tareas que no les corresponden. Por estas razones, resulta de suma importancia que estemos informados acerca de cuáles son las funciones contempladas y excluidas según la normativa actual en relación con las tareas de una empleada del hogar.
En épocas como las actuales, en las cuales conciliar la vida profesional y laboral con el mantenimiento del hogar en condiciones óptimas, suele ser crucial, y, sin duda, de gran ayuda, contar con los servicios de una de estas profesionales. Específicamente, la relación laboral con las trabajadoras del hogar se encuentra actualmente regulada por el Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre, que establece las pautas para la relación laboral especial en el ámbito del servicio doméstico. Aunque estas trabajadoras han sido incorporadas al régimen General de la Seguridad Social (como parte de la tendencia hacia la unificación en el Sistema español de Seguridad Social), la relación laboral sigue siendo considerada especial, dentro de lo que se conoce como el Sistema Especial de Trabajadoras del Hogar.
Funciones de una empleada del Hogar
Las labores que estas trabajadoras pueden desempeñar, de acuerdo con el artículo 1 del Real Decreto, son las siguientes:
- Servicios y actividades relacionadas con el cuidado del hogar familiar. Esto incluye tareas como lavar, planchar, hacer y deshacer camas, ordenar habitaciones, así como realizar compras de alimentos y otros productos básicos para el hogar, como artículos de limpieza.
- Cuidado, atención y acompañamiento de los miembros del hogar. Sin embargo, es importante destacar que en este ámbito no deben ser confundidas con cuidadoras profesionales o personal auxiliar de enfermería, ya que no están capacitadas para realizar esas funciones específicas. También pueden encargarse de tareas de guardería y acompañamiento de los niños al colegio, realizar labores de jardinería, conducir vehículos y otras actividades similares.
En consecuencia, contratar a una persona para realizar las tareas del hogar conlleva numerosas y significativas ventajas para las familias, ya que brinda mayor libertad para realizar actividades fuera del hogar, ya sean de trabajo o de ocio. Ya sea que se seleccione personal del servicio doméstico para momentos específicos o se contrate a un profesional disponible las 24 horas del día, se puede despreocupar de las responsabilidades del hogar.
Funciones que no debe realizar una empleada del Hogar
Es importante resaltar las tareas que están excluidas normativamente de las funciones de una empleada del hogar:
- Relaciones de Derecho Privado de carácter civil o mercantil: Esto implica que no deben llevar a cabo actividades que se rigen por contratos o acuerdos privados o comerciales.
- Asistencia sanitaria y cuidados de fisioterapia: Está prohibido que realicen labores relacionadas con el ámbito de la salud, incluyendo la prestación de cuidados de fisioterapia.
- Cuidadores profesionales dependientes de contratos con entidades o instituciones específicas: No pueden asumir responsabilidades de cuidadores profesionales que estén bajo un contrato con entidades o instituciones privadas o públicas.
- Asistencia y cuidados proporcionados por personas de la misma familia: Se excluyen tanto los cuidados realizados como un favor o acto de amistad, buena vecindad o benevolencia.
- Cuidadores no profesionales de personas dependientes: Las empleadas del hogar no pueden desempeñar labores de cuidado de personas en situación de pérdida de autonomía personal, es decir, de personas dependientes.
Es fundamental tener en cuenta estas exclusiones para garantizar un cumplimiento adecuado de la normativa laboral vigente en relación con las funciones de las empleadas del hogar.
¿Cuál es la diferencia entre una cuidadora y una empleada del hogar?
Las responsabilidades de una empleada del hogar presentan diversas y notables diferencias en comparación con las tareas desempeñadas por un profesional de atención domiciliaria. Como se mencionó anteriormente, aunque los trabajadores del servicio doméstico pueden brindar cuidado y compañía a personas mayores, no están capacitados para satisfacer sus necesidades.
La diferencia principal radica en que, a diferencia del personal del servicio doméstico, los profesionales de atención domiciliaria poseen una cualificación específica en el campo de la salud, lo que les confiere la competencia para cuidar de personas mayores, enfermas o dependientes. Han recibido una formación especializada en estas áreas y cuentan con experiencia en el sector.
Estas tareas específicas se centran en proporcionar los cuidados apropiados de acuerdo con las necesidades individuales, administrar la medicación correspondiente, llevar a cabo actividades de rehabilitación, facilitar los movimientos y realizar actividades de mejora cognitiva, entre otras actividades. Estas tareas van más allá del alcance de las responsabilidades de una empleada del hogar.
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