El Proyecto Dóna'm la mà

Empresa Fundada en 2019

En el año 2019, nació un sueño con un propósito noble: ofrecer asistencia domiciliaria a nuestros queridos mayores y aquellos que necesitan una mano amiga en su día a día. En ese momento, sabíamos que nuestras vidas iban a cambiar, íbamos a mejorar las vidas de quienes más lo necesitan.

Cada persona que llega a nuestro camino nos conmueve profundamente. Entendemos que detrás de cada usuario hay historias llenas de vida, experiencias que merecen ser contadas y cuidados que deben ser ofrecidos con ternura y compasión.
En Dóna’m la mà, nos emociona ser parte de los momentos cotidianos que se entrelazan en el hogar de aquellos que atendemos. Desde compartir una taza de café por la mañana hasta ayudar en las tareas diarias, nuestra misión es brindar un apoyo emocional con mucho amor que permita a nuestros usuarios sentirse como en familia en su propio hogar.
 
Cada miembro de nuestro equipo ha sido seleccionado cuidadosamente por su dedicación y vocación para este noble trabajo. Para nosotros, esto no es solo un empleo, es una pasión que nos llena de alegría cada día. Nuestros corazones se expanden al ver las sonrisas, escuchar las historias y compartir momentos íntimos con aquellos a quienes servimos.
En Dóna’m la mà, nos convertimos en familia. Nos convertimos en los hombros en los que descansar, las manos que brindan consuelo y las voces que animan a seguir adelante. Nuestro objetivo no solo es cuidar de los cuerpos, sino también de los corazones, nutriendo la conexión humana y fomentando el amor en cada interacción.
Nos enorgullece ser una fuente de confianza para las familias que nos eligen. Sabemos que entregar el cuidado de sus seres queridos es una decisión emocionalmente cargada, y nos comprometemos a honrar esa confianza con una dedicación inquebrantable y un respeto inmenso.
Gracias por permitirnos ser parte de tu historia y considerar a Dóna’m la mà como una extensión de tu amor y cuidado. Juntos, podemos construir un presente y un futuro llenos de calidez, compasión y conexión humana.